Gameiro pasó mucho tiempo en el banquillo sevillista durante sus primeros años. Foto: Oclisé |
Una vez consumado el traspaso de Kévin Gameiro al Atlético de Madrid, por casi cuarenta millones de euros, es importante analizar/valorar su estancia en Sevilla. Es de vital importancia para el juego y para el desarrollo de un jugador, que éste acepte y asuma su rol dentro de una plantilla. No se trata de una tarea sencilla, sobre todo si te toca ser suplente o disponer de menos oportunidades que los demás. Pero Gameiro sabe hacerlo. Quizás porque ya venía de asumirlo en el París Saint Germain, o quizás por su propia personalidad, el caso es que el punta galo reconoció y aceptó a su llegada a Nervión que Carlos Bacca estaba por delante en la rotación y que tendría que esperar su momento.
La paciencia no es una virtud muy extendida entre los futbolistas. La historia está llena de casos donde el jugador levanta la voz, se queja de su poco protagonismo o, simplemente, fuerza su salida del club para buscar acomodo en otro lugar. Pero Gameiro no. Y, pese a que tuvo que soportar el cartel de suplente durante sus dos primeras temporadas en el Sevilla, supo aprovechar siempre sus oportunidades y aparecer en momentos claves (tanda de penaltis frente al Benfica), anotando casi cuarenta goles. Una cifra muy loca para los minutos con los que contó el de Senlis. Pero todo su trabajo en la sombra, toda su paciencia y su profesionalidad tuvo la recompensa: Carlos Bacca fue traspasado al Milan y el papel de delantero principal quedaba libre. Y allí que lo aprovechó Kévin. Se colocó el '9' a la espalda y se enfundó el traje de goleador para hacer olvidar al colombiano (tarea complicada) y seguir consiguiendo títulos.
Gameiro siempre ha sido un delantero de primer nivel, con unas condiciones fantásticas: rápido, técnico, inteligente y, sobre todo, goleador. Sin embargo, eso nunca fue un problema para esperar a que llegara la ocasión de lograr protagonismo. Le llegó el premio de la titularidad y ahora su fichaje por el Atleti. ¿Tendrá que volver a ganarse un puesto en el Calderón? ¿O contará Simeone con él desde el inicio? Sea como fuere, el paciente francés seguro que aguardará su momento.