Silva controla un balón en el partido contra el West Ham. |
El Manchester City 16/17 ha empezado como un tiro. El equipo que dirige desde esta temporada Pep Guardiola ha pasado la previa de Champions frente al Steaua con una facilidad pasmosa y ha arrancado la Premier con tres victorias en tres partidos. Pero lo más llamativo no es eso -que por plantilla sería lo normal- sino la forma en la que lo ha conseguido. El momento de más calidad de juego lo desplegaron en los primeros cuarenta y cinco minutos que protagonizaron en el partido ante el West Ham de la jornada tres. Arrolladores. Fantásticos. Académicos. El entrenador catalán parece haber impuesto ya su idea y el equipo la ha aceptado y llevado a cabo, aunque todavía en un modo de principiante.
Más que cambio de jugadores (pocos fichajes está siendo titulares), Guardiola ha cambiado el rol y la posición de los que ya estaban la temporada pasada para intentar sacar más rendimiento de ellos. Es el caso de Silva y De Bruyne. Tanto uno como otro han centrado su posición para jugar de interiores y crear juego y espacios por el centro, más retrasado el español para iniciar la jugada. Un sólo pivote y luego dos bandas muy abiertas con Nolito y Sterling. Brillante el inicio de campaña del inglés, por cierto. Ante el West Ham no sólo hilaron un juego de posesión, sino que también lograron lanzar varios contragolpes rapidísimos que terminaron, por ejemplo, en el primer gol del partido. Además, Guardiola se está empeñando en hacer de Zabaleta/Sagna y Clichy/Kolarov lo mismo que hacía con Lahm y Alaba en el Bayern, utilizándolos por dentro a la hora de atacar.
Sólo llevamos tres jornadas de Premier, y el City no se ha enfrentado todavía a un gran equipo, pero lo cierto es que se pueden ir observando cosas diferentes a las del año pasado con el sello inconfundible de Pep Guardiola. Tras el parón, derbi de Manchester. Primera prueba importante donde podremos ver si el juego sigue evolucionando y si funciona igual de bien ante un equipo potente como el de Mourinho.