lunes, 19 de septiembre de 2016

¿Higuaín?, ¿quién es Higuaín?

Arkadiusz Milik celebra uno de sus primeros tantos con el Napoli.
























La salida de un ídolo en cualquier club siempre es complicada, más si cabe si el jugador se marcha a
un rival deportivo cercano. Esto supone un problema bastante indigesto. Y eso precisamente fue lo que ocurrió este verano en Nápoles. Después de tres grandes temporadas en el sur de Italia, tanto en juego como en goles, la Juventus decidió ir a por Gonzalo Higuaín. Drama. El 'Pipita' se había convertido en un icono del equipo de Sarri. Sus goles se cantaban de manera especial entre el público que llenaba cada dos domingos San Paolo y que, con ayuda del speaker del estadio, gritaban el apellido del delantero argentino de manera extrema. Sin embargo, las relaciones acaban y no siempre bien. Higuaín ha pasado de ser ídolo a persona non grata en Nápoles: han quemado camisetas suyas, han realizado montajes fotográficos mofándose de él, etc. Todo ello por un traspaso millonario a un rival directo en la lucha por el Scudetto. Eso sí, no todas han sido malas noticias para los hinchas napolitanos, porque parece que el número nueve de la camiseta celeste ya tiene un nuevo inquilino que, por el momento, ha protagonizado un comienzo de temporada brillante.

No es fácil llegar a una ciudad como Nápoles e intentar hacer olvidar a un delantero como Higuaín, pero Arkadiusz Milik está poniendo las bases para conseguirlo en tiempo récord. El polaco no lleva ni dos meses en la ciudad y ya se ha ganado la atención y el cariño de la gente con su aportación al equipo en forma de goles, pese a que esa no es una de sus mayores cualidades. Nunca fue un gran goleador, pero su paso por la Eredivisie le permitió mejorar tanto en ese aspecto que provocó en él una verticalidad y una fiereza que le han hecho un delantero mucho más completo. 32 goles en dos temporadas en el Ajax (y muchas asistencias) le colocaron en el escaparate del fútbol europeo para los grandes clubes, además del buen nivel mostrado en la EURO de Francia con la selección polaca, donde jugó un poco más atrás -esta es su posición más natural- dejando el área a Lewandowski.

Milik es un delantero alto (1.86 m) pero con una gran movilidad, lo que le permite ser y no ser el típico punta que fija a los centrales. Aunque es zurdo, le pega bien con ambas piernas, lo que hace que sea aún más difícil defenderlo y, por si fuera poco, también es un buen cabeceador. Otro de sus fuertes es el golpeo del balón: duro, potente y seco. Gracias a esto también tiene entre sus registros goles de falta. Un registro de los más completos de Europa. Pero no todo es el gol, que lo tiene, sino que el polaco también es capaz de aguantar la pelota, utilizar el cuerpo y asistir. Tiene una técnica depurada, aunque le falta madurez en alguna toma de decisiones, un aspecto mejorable debido a su corta edad (22 años).

En su primera experiencia en una gran liga como titular está dejando clara su progesión. Seis goles en cinco partidos con el Nápoles (4 en Serie A y 2 en Champions). Su estreno en la máxima competición de clubes no pudo ser mejor: dos goles para remontar un marcador adverso en Kiev, cuando su equipo peor lo pasaba. De esta forma,  De Laurentiis ha fichado un delantero para rato, que se está acoplando al juego del conjunto italiano de maravilla y con unas condiciones ideales para convertirse en uno de los mejores. El tiempo nos ofrecerá si Milik se convierte en eso o si, por el contrario, se queda en lo que es pero, hoy por hoy, ¿quién se acuerda de Higuaín en el sur de Italia?

martes, 13 de septiembre de 2016

Estrenos continentales


Arranca, por fin, la Champions League 2016/2017 y lo hace con dos nuevos inquilinos. Dos equipos que jugarán por primera vez con el balón de las estrellas y escucharán esa música celestial que te adentra en la mayor competición de clubes del continente. La deseada 'orejona' se vislumbra al final del camino y todos, incluso los que van a debutar, tienen por ilusión agarrarla de las asas y levantarla al cielo. Simplemente el hecho de ver a aquellos niños moviendo ese balón gigante en el centro del campo ya te hace especial. Eres uno de los elegidos entre los mejores. Porque la Champions es un premio a los mejores. Y tanto el Rostov como el Leicester City están aquí por méritos propios y por haber sido mejores que sus rivales.

El Rostov lo tendrá más difícil en su estreno, ya que viajará a Munich para enfrentarse al Bayern. Duro inicio para un equipo que no cambiará su forma de jugar y que plantará su 5-3-2 para intentar parar el decisivo ataque bávaro. La escuela de Berdyev sigue plasmada en el terreno de juego pese a que el técnico ruso ya no se sienta en el banquillo, aunque sí lo hace el que fuera ayudante suyo, Ivan Daniliants, que ha decidido no cambiar un ápice lo que les ha llevado a disputar estas noches europeas eliminando, entre otros, al Ajax. El conjunto del sur de Rusia cuenta en sus filas con un español (César Navas) y su mejor jugador es el ecuatoriano Christian Noboa, por el que pasan todas las jugadas de ataque. En su estreno tirarán de oficio y trabajo defensivo para lograr sacar algo positivo y mostrar una buena imagen ante toda Europa. ¿Serán capaces de detener el temible ataque del equipo de Ancelotti en el Allianz Arena?

La historia por la que el Leicester se encuentra en esta competición es archiconocida por todos los amantes del fútbol. Se ha ganado el derecho a disputar esta edición de la Liga de Campeones tras proclamarse campeón de la Premier de una forma tan sorprendente como contundente. El equipo de Ranieri tiene ante sí una oportunidad única de seguir creciendo y demostrar a los incrédulos -que son muchos- que esto no ha sido flor de un día. Pese a que no ha empezado la competición doméstica de la mejor manera, la Champions es otra historia, y la motivación de los jugadores será máxima para arrancar con una victoria frente al Brujas. Vardy, Mahrez, Musa, serán los encargados de llevar a cabo dicha empresa. Los 'foxes' regresan a Europa y quieren quedarse.

El aura de las grandes noches de fútbol europeo está sobre nosotros y el balón está a punto de echar a rodar. Vuelve la mejor competición a nivel de clubes. Vuelve la Champions.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Choque de estilos


José Mourinho y Pep Guardiola estrenarán rivalidad en la Premier League.                                                              Foto: SPORT

























No existen dos formas de jugar al fútbol más contrarias -puede que igual, pero no más- que las de los dos protagonistas de la cuarta jornada de la Premier: Pep Guardiola y José Mourinho. Enemigos desde sus duelos en la liga española, ambos técnicos se enfrentarán en Old Trafford el próximo sábado en lo que se ha convertido mediáticamente en el partido del fin de semana. Sus precedentes, roces dialécticos, polémicas y triunfos y derrotas hacen que haya tanto revuelo alrededor de este encuentro que paralizará el mundo del fútbol. El choque de dos estilos de juego totalmente opuestos es suficiente estímulo para ansiar que llegue el duelo y presenciar, con morbo, quién se lleva el honor y quién agacha la cabeza.

Manchester se prepara para un partido tremendo. Seguramente el más tremendo e igualado (a priori) de toda la historia, ya que el City ha vagado por la penumbra durante muchos años sin poder pelear de igual a igual un derbi de estas características, aunque ahora lleve algunos años a la misma altura. Manchester se vestirá de gala para presenciar un partido donde un equipo intentará un baile de salón con la pelota, y el otro tocará rock and roll al más puro estilo del gamberro. Manchester vivirá el primer desenlace del enfrentamiento más esperado con dos equipos que han empezado como un tiro y que prometen espectáculo y disfrute. Y la Manchester red no olvida aquel 1-6 que le endosó su vecino en 2011. Pero vamos a hablar de lo meramente futbolístico.

El City llega al derbi contando sus partidos por victorias tanto en Premier como en Champions. Los jugadores han aceptado bien la compleja idea de Guardiola y hemos podido comprobar que la ejecución ha ido evolucionando favorablemente conforme pasaban los partidos. El 4-1-4-1 ha permitido a Silva tener más libertad y participar de manera más habitual en la subida de la pelota, algo que se antoja esencial si se pretende un juego fluido. Pep acumula muchos hombres en el medio con la incursión de sus laterales junto al mediocentro que esté por delante de la defensa y crea superioridad a la hora de atacar, permitiendo a los interiores jugar en posiciones más avanzadas, y dejando las bandas libres para los extremos. Una tarea que tendrá que contrarrestar Mourinho.

El United, al igual que su rival, también ha ganado los tres partidos que se llevan disputados de Premier, aunque jugando de una manera muy diferente. El portugués, eso sí, ha inculcado un carácter competitivo del que carecía el equipo en los últimos años, y que le ha impedido conseguir éxitos en momentos claves. Con su 4-2-3-1 habitual, Mou pretende un centro del campo compacto con jugadores físicos (Pogba y Fellaini) que compensen su falta de calidad para dominar el balón con una presencia que dote al equipo de cierta robustez. Jugar a la contra y aprovechar los fallos del rival en la salida serán las claves que intentarán aprovechar los 'Red Devils', basándose también en una buena defensa, línea que ha mejorado con la llegada de Bailly.

Silva, Ibrahimovic, De Bruyne, Rooney, Sterling, Pogba, Nolito, Martial, Bailly, Stones. Nombres propios que estarán sobre el césped de Old Trafford y que, con total seguridad, ofrecerán un espectáculo a la altura de lo que se espera. Mientras, los focos irán desde el principio a los banquillos, a los culpables de los sellos de identidad de cada equipo y a los que defienden una idea de juego que pretenderán hacer triunfar en la misma ciudad.

lunes, 29 de agosto de 2016

Un ejercicio de personalidad

Silva controla un balón en el partido contra el West Ham.

El Manchester City 16/17 ha empezado como un tiro. El equipo que dirige desde esta temporada Pep Guardiola ha pasado la previa de Champions frente al Steaua con una facilidad pasmosa y ha arrancado la Premier con tres victorias en tres partidos. Pero lo más llamativo no es eso -que por plantilla sería lo normal- sino la forma en la que lo ha conseguido. El momento de más calidad de juego lo desplegaron en los primeros cuarenta y cinco minutos que protagonizaron en el partido ante el West Ham de la jornada tres. Arrolladores. Fantásticos. Académicos. El entrenador catalán parece haber impuesto ya su idea y el equipo la ha aceptado y llevado a cabo, aunque todavía en un modo de principiante.

Más que cambio de jugadores (pocos fichajes está siendo titulares), Guardiola ha cambiado el rol y la posición de los que ya estaban la temporada pasada para intentar sacar más rendimiento de ellos. Es el caso de Silva y De Bruyne. Tanto uno como otro han centrado su posición para jugar de interiores y crear juego y espacios por el centro, más retrasado el español para iniciar la jugada. Un sólo pivote y luego dos bandas muy abiertas con Nolito y Sterling. Brillante el inicio de campaña del inglés, por cierto. Ante el West Ham no sólo hilaron un juego de posesión, sino que también lograron lanzar varios contragolpes rapidísimos que terminaron, por ejemplo, en el primer gol del partido. Además, Guardiola se está empeñando en hacer de Zabaleta/Sagna y Clichy/Kolarov lo mismo que hacía con Lahm y Alaba en el Bayern, utilizándolos por dentro a la hora de atacar.

Sólo llevamos tres jornadas de Premier, y el City no se ha enfrentado todavía a un gran equipo, pero lo cierto es que se pueden ir observando cosas diferentes a las del año pasado con el sello inconfundible de Pep Guardiola. Tras el parón, derbi de Manchester. Primera prueba importante donde podremos ver si el juego sigue evolucionando y si funciona igual de bien ante un equipo potente como el de Mourinho.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Un Bakayoko omnipresente

Bakayoko conduce el balón en un partido con el Monaco.

Tras el partido de vuelta de fase previa de Champions entre Monaco y Villarreal (en el que los amarillos han quedado eliminados) hubo un asunto que brilló en mi mente más que cualquiera, más allá de resultado o análisis de juego de ambos equipos. Hablo del partido de Tiemoué Bakayoko. El parisino es lo que más me ha gustado/impresionado en este inicio de temporada de los del Principado, que han tenido que pasar dos rondas previas para disputar la fase de grupos de la Liga de Campeones. Haciendo pareja en el doble pivote con Fabinho, Bakayoko y el brasileño han formado un centro del campo potente y físico que ha sido clave tanto frente al Fenerbahçe como contra el Villarreal, ganando la batalla en el medio.

Bakayoko es un mediocentro 'todocampista' con una presencia y una potencia que escapa a la normalidad y sorprende a los rivales. Su 1,85 cm y sus largas piernas le permiten dominar el balón y recuperar infinidad de balones, como ocurrió en el partido de vuelta ante los castellonenses. Pero Tiemoué no sólo es un futbolista físico, sino que sabe jugar la pelota y tiene calidad para regatear o dar pases interiores. Posee una técnica importante para un jugador de sus características, sin embargo ese exceso de confianza en su calidad le perjudica y se traduce en algunas pérdidas en zonas conflictivas. Pero la cosa no queda ahí. Además de todo eso, Bakayoko es un futbolista de recorrido, no posicional, ya que entre sus cualidades también resalta la llegada al área rival. Se descuelga del doble pivote y es capaz de llegar con clarividencia a la portería contraria y rematar, aunque quizás ese no sea uno de sus fuertes. Todavía tiene que mejorar el tiro a puerta y añadir el gol a sus numerosos recursos.

Frente al equipo que dirige Fran Escribá, el centrocampista galo cuajó un partido brillante, tanto en la resta como en transición y llegada. Fue uno de los culpables de que el Villarreal no consiguiera en muchas ocasiones atravesar el ecuador del terreno de juego con una presión asfixiante en la salida del balón. Con tan sólo 22 años, el Monaco tiene en sus filas a un jugador con una progresión ilimitada en estos momentos y con muchas papeletas para convertirse en un futbolista importante. Veremos si esta es la temporada de su explosión, ya que equipos como United o Juventus han puesto sus ojos en él y, además, la Champions puede ser un gran escaparate para lanzar su carrera.

Lo que está claro es que, tras haberse clasificado para la máxima competición continental de clubes, el parisino se quedará en Monaco y sus aficionados disfrutarán de él esta temporada. Se trata de un jugador muy importante para el esquema de Jardim, porque permite mucha libertad a Bernardo Silva al abarcar tanto campo para que el portugués se mueva por todo el frente de ataque y cree las ocasiones. Es un jugador omnipresente.

domingo, 31 de julio de 2016

El paciente francés

                  Gameiro pasó mucho tiempo en el banquillo sevillista durante sus primeros años.                       Foto: Oclisé

Una vez consumado el traspaso de Kévin Gameiro al Atlético de Madrid, por casi cuarenta millones de euros, es importante analizar/valorar su estancia en Sevilla. Es de vital importancia para el juego y para el desarrollo de un jugador, que éste acepte y asuma su rol dentro de una plantilla. No se trata de una tarea sencilla, sobre todo si te toca ser suplente o disponer de menos oportunidades que los demás. Pero Gameiro sabe hacerlo. Quizás porque ya venía de asumirlo en el París Saint Germain, o quizás por su propia personalidad, el caso es que el punta galo reconoció y aceptó a su llegada a Nervión que Carlos Bacca estaba por delante en la rotación y que tendría que esperar su momento.

La paciencia no es una virtud muy extendida entre los futbolistas. La historia está llena de casos donde el jugador levanta la voz, se queja de su poco protagonismo o, simplemente, fuerza su salida del club para buscar acomodo en otro lugar. Pero Gameiro no. Y, pese a que tuvo que soportar el cartel de suplente durante sus dos primeras temporadas en el Sevilla, supo aprovechar siempre sus oportunidades y aparecer en momentos claves (tanda de penaltis frente al Benfica), anotando casi cuarenta goles. Una cifra muy loca para los minutos con los que contó el de Senlis. Pero todo su trabajo en la sombra, toda su paciencia y su profesionalidad tuvo la recompensa: Carlos Bacca fue traspasado al Milan y el papel de delantero principal quedaba libre. Y allí que lo aprovechó Kévin. Se colocó el '9' a la espalda y se enfundó el traje de goleador para hacer olvidar al colombiano (tarea complicada) y seguir consiguiendo títulos.

Gameiro siempre ha sido un delantero de primer nivel, con unas condiciones fantásticas: rápido, técnico, inteligente y, sobre todo, goleador. Sin embargo, eso nunca fue un problema para esperar a que llegara la ocasión de lograr protagonismo. Le llegó el premio de la titularidad y ahora su fichaje por el Atleti. ¿Tendrá que volver a ganarse un puesto en el Calderón? ¿O contará Simeone con él desde el inicio? Sea como fuere, el paciente francés seguro que aguardará su momento.

lunes, 11 de julio de 2016

Éder, un héroe inesperado

Pese a que no pudo disputar la final entera, Ronaldo levantó el título.

Por un motivo u otro, los héroes más héroes de las batallas futbolísticas suelen ser los escuderos, los que nadie espera, los que sorprenden y consiguen la gloria desde el segundo plano, dejando a un lado lo que, por mediático, todo el mundo espera. Por eso, ayer Éder permitió a Portugal tocar el éxito con las manos y empezar a escribir una página de oro en la historia balompédica de su país. Tras muchas semifinales y la espina clavada de 2004 siendo afitrión, el combinado luso volvía a disputar una final que muchos denominaron como el último gran partido de Ronaldo con su selección. Saint-Denis estaba preparado y Cristiano tenía ante sí la oportunidad de lograr el triunfo tan ansiado cada vez que vestía los colores rojo y verde. Lo único que le faltaba. Era la final de Ronaldo. Todos esperaban que si el equipo de Fernando Santos se hacía con la victoria, fuera con el futbolista del Madrid como héroe. Pero una inoportuna lesión al poco de arrancar el partido frustró todas las previas que imaginaban al '7' como abanderado del primer título de la historia de Portugal.

Los lusos podían haber notado la ausencia de su líder, o sobreponerse a ella y basar su intento de alcanzar el título en el juego en equipo y en la solidez que ello permite. Su entrenador, Fernando Santos, entendió perfectamente el partido y Portugal optó por la segunda opción. Sin la mayor individualidad sobre el campo, y con un rival tan poderoso físicamente, cualquier otra elección hubiera supuesto un suicidio colectivo. ¿Quién sería el héroe de Portugal ahora que Cristiano Ronaldo estaba fuera? Seguramente nadie hubiera elegido a Éder como protagonista. Un delantero que había disputado 13 minutos en toda la Eurocopa, muy discutido, y que no parecía ser la solución para ganar un campeonato, surgió para cerrar algunas bocas y dejar otras abiertas con un disparo lejano al que no pudo llegar Lloris. El héroe inesperado llevaba al éxtasis a todo un país. El que, probablemente, preocupaba menos a Deschamps y a los suyos, ése, hizo saltar por los aires medio estadio de Saint-Denis. Un golazo que vale un título.

Portugal levantó la copa, Cristiano ya tiene el título con su selección, pero el verdadero héroe de esta historia es Éderzito António Macedo Lopes "Éder", aunque nadie lo esperara y aunque no hubiera jugado apenas. Y aunque en la foto que ilustra este texto, no haya rastro de él. El fútbol es así de caprichoso.





martes, 28 de junio de 2016

Una Chile bicampeona

Bravo levanta, como capitán chileno, el trofeo de la Copa América Centenario.

Se acabó la Copa América 2016. Una Copa América especial por su composición y por su aniversario, ya que cumplía cien ediciones y, como consecuencia, fueron invitados seis equipos de la Concacaf (Estados Unidos, México, Panamá, Haití, Jamaica y Costa Rica). No obstante, el epílogo del torneo fue clavado al del anterior (en formato normal), con Chile campeonando tras una tanda de penaltis con Argentina como amargo rival. En una final donde hubo de todo menos fútbol, el combinado que dirige Pizzi tuvo más puntería desde los once metros, a los que llegó tras quedarse primero con diez, aguantar, igualar fuerzas con la expulsión de Rojo y ser mejor en la prórroga. Y eso que su arranque en el torneo fue más dudoso que otra cosa: perdiendo contra la propia Argentina y ganando a Bolivia de milagro con un tanto de Vidal de penalti en el 99'. Punto de inflexión para una selección que a partir de ese momento arrasó a sus rivales, incluida la goleada histórica a México (0-7). Pizzi cambió el 4-2-3-1 por un 4-3-3, movió algunas piezas, colocó a Fuenzalida en el equipo titular y dio con la tecla. Presión alta y juego dinámico. Ahí consiguió el extécnico del Valencia cambiar el rumbo de su equipo.

Pese a caer al final, el campeonato de Argentina fue bueno. Impuso su calidad y determinación desde el primer partido y en su camino hacia la final no sufrió apenas. Goleadas ante Panamá (5-0), Bolivia (3-0), Venezuela (4-1) y Estados Unidos (4-0). No le pesó la ausencia de Messi en los primeros partidos y supo adaptarse a él en los siguientes. Pero las finales con la albiceleste no son lo suyo. Banega ha sido otro de los nombres propios en términos argentinos en esta Copa América. Tras su espectacular temporada con el Sevilla, y su fichaje por el Inter, el mediocentro tomó las riendas que le propuso el 'Tata' y entendió perfectamente el fútbol. Asumió galones e hizo jugar a Argentina.

La decepción

Pese al horrible papel de una Uruguay que necesita un cambio de ciclo, el protagonista de la decepción de esta edición centenaria de la Copa América no puede ser otro que Brasil. El combinado que dirigía Dunga hizo el ridículo tras no conseguir pasar la primera fase en un grupo donde coincidió con Perú, Ecuador y Haití. Precisamente este último fue al único que ganó (7-1). Si la lista de convocados fue discutida, imagínense la alineación y el juego desplegado. Un insulto a la historia del fútbol brasileño en toda regla. Dunga quiso formar un equipo muy defensivo y físico y que las individualidades de los hombres de arriba resolvieran los problemas. Y la apuesta no le pudo salir peor. Un centro del campo con Renato Augusto, Casemiro y Elías no está al nivel que se espera de una selección como Brasil. Sólo la banda derecha donde actuaban Dani Alves y Willian y algunos detalles de Coutinho dejaron destellos de luz de un fútbol de otro tiempo en la 'canarinha'.

La sorpresa

Para terminar, de esta Copa América Centenario me quedo con la evolución que ha sufrido (en pleno torneo) la selección de Estados Unidos. Aunque su puesta en escena fue desastrosa (cayó derrotado ante Colombia), Klinsmann cambió el esquema y entendió la forma en la que su equipo podría desplegarse mejor en el césped. Colocó a Bradley como único pivote por delante de la defensa y el 'peleón' Jones y Bedoya como interiores. Con Bradley en esa posición, la salida de la pelota era más limpia y con sus desplazamientos en largo aprovechaba la velocidad tanto de Zardes como de Wood. Contra Argentina en semifinales no pudo alinear a tres de los nombres claves que acabo de citar (Jones, Bedoya y Wood) y Estados Unidos lo notó demasiado. A pesar de ello, la evolución ha sido grande en los norteamericanos y eso invita a seguirlos en próximos torneos internacionales. Por cierto, me encantó el central John Brooks.

viernes, 3 de junio de 2016

Nagbe, Caleb Porter y una Copa América

Darlington Nagbe celebra uno de sus goles con Portland Timbers.
Cuando empecé a ver partidos de la MLS no conocía nadie, más allá de los jugadores de talla mundial que habían jugado en Europa como Pirlo, Gerrard o Robbie Keane. Pero recuerdo que uno me llamó la atención desde la primera jugada en la que tocó el balón. Ese era Darlington Nagbe. El número seis de Portland Timbers. Un mediocentro de no mucha estatura pero con un manejo de la pelota increíble, que hacía jugar a su equipo, que defendía bien y que, además, llegaba al área rival con asiduidad. Evidentemente, estuve fijándome en él todo el encuentro y, a partir de ese día, no le perdí la pista en toda la temporada. Conforme más lo veía, más me gustaba. Marcaba goles espectaculares y eso me provocaba más interés. Investigué su pasado, su edad, y su curriculum, porque en Internet está todo, y encontré una curiosa historia que ha influido en su rendimiento futbolístico y que sigue haciéndole feliz.

Nacido en Liberia en 1990, en plena Guerra Civil, Darlington tuvo que emigrar junto a su madre y su hermano a Ohio debido al clima insostenible en el que vivían en el país africano. Hijo de futbolista, Nagbe escaló desde el fútbol de instituto hasta la universidad de Akron, donde fue captado por un hombre que marcaría su vida deportiva. Caleb Porter. Exjugador y entrenador de fútbol, aún recuerda cómo vio por primera vez a Darlington. "Al primer contacto con el balón ya sabía que ese chico era especial. Así que me reuní con su madre y le ofrecí una beca universitaria". Desde 2008 a 2010 el jugador de Monrovia fue consiguiendo premios individuales hasta llegar a conquistar el título nacional derrotando a Louisville en la final por 1-0. Durante esos dos años, su entrenador fue el hombre que lo captó, Caleb Porter. Sin embargo, ésta no iba a ser la última vez que se encontraran. Tras la exitosa campaña con Akron, Nagbe fue seleccionado en el Super Draft de la MLS por Portland Timbers. El salto que tanto esperaba estaba a punto de producirse.

En 2011 llegó el debut en la máxima categoría del soccer y, para ser un novato, fue titular indiscutible toda la temporada y acabó marcando dos goles y repartiendo tres asistencias jugando en el centro del campo. Durante las siguientes campañas sus números fueron mejorando progresivamente, anotando más goles y encontrando un rol más importante en el club. Pero fue en la 14/15 cuando su equipo, Portland Timbers, hizo un campeonato soberbio y alcanzó los playoffs por el título, alzándose con el trofeo en la final ante Columbus Crew. Acompañado por Valeri, Chará y Adi, el conjunto de Oregon se proclamó campeón de manera inesperada. Y, ¿quién era el entrenador de los Timbers en ese momento? Efectivamente, Caleb Porter, que había llegado al club en 2012 y que volvía a repetir el éxito universitario, pero esta vez en la MLS.

Como premio a su rendmiento, y tras nacionalizarse estadounidense, la selección nacional se fijó en él y Jürgen Klinsmann lo llamó. Ahora, con la Copa América a punto de arrancar, Nagbe tiene la oportunidad de mostrarse en un gran escaparate y poder, por qué no, salir fuera de Estados Unidos y probar suerte en un fútbol más competitivo. Deseo y espero que juegue y que pueda ser uno de los atractivos del torneo. Sin duda, estaré muy atento a todo lo que haga.

sábado, 28 de mayo de 2016

Duelo de escuderos en Milán





Hace un rato que ha terminado la final de la Champions 2016 de Milán, y todavía se puede notar la humedad de las caras tristes de los hinchas del Atlético y la felicidad explosiva de los del Real Madrid. Una final que se decidió en los penaltis, y que dejó a Juanfran como villano cuando su lanzamiento se chocó contra el palo, y a Ronaldo como héroe al anotar el gol definitivo. Pero no voy a escribir ni de uno ni de otro. Ni siquiera del gol de Ramos o del partidazo de Oblak (sin contar la tanda de penaltis). Lo que más me llamó la atención del encuentro fue la portentosa actuación de los dos mediocentros defensivos. Hablamos de Casemiro y de Gabi.

La final, como final que es, se llenó de tensión. Es un partido donde nadie quiere exponerse y donde se antoja imprescindible que alguien sirva de stopper, de escudero, de equilibrio entre el ataque y la defensa. La figura del mediocentro por delante de la defensa cobra vital importancia en un choque de estas características y en Milán presenciamos una clase magistral de su funcionamiento. Tanto el del Real Madrid como el del Atlético brillaron por encima de todos sus compañeros y ofrecieron un trabajo brillante y un derroche fuera de lo común. Empezando por el rojiblanco, Gabi estuvo soberbio en la misión que le encomienda el 'Cholo', ofreciéndose en todo momento al compañero y soltando el balón rápido. Además de eso, el '14' atlético robó hasta siete balones, permitiendo que su equipo lanzara alguna que otra contra. Tremendo esfuerzo el realizado por el capitán del conjunto colchonero que se multiplicó para hacerse dueño del centro del campo. Sin embargo, su mérito se quedó sin recompensa. Más suerte tuvo el brasileño Casemiro. En su día quedó claro que el Madrid le necesitaba en los partidos importantes (algo que no quiso ver Benítez) y, claro está, Zidane le dio el testigo y el escudo de su equipo. No defraudó el ex del Porto que robó hasta ocho balones, algunos de ellos en zonas avanzadas (un factor determinante), y que ofreció, al igual que Gabi, un despliegue físico encomiable. Su rol libra de algunas tareas más oscuras a un Kroos y a un Modric que sufren cuando tienen que ir y volver todo el partido, y les dota de una libertad para fabricar juego que les hace incluso mejores jugadores.

Una final tan glamurosa como la de la Champions siempre tiene en su escaparate a los mejores jugadores de ambos equipos, a los estiletes o a los más desequilibrantes pero, en mi opinión, anoche brillaron otros. Gabi y Casemiro se pusieron el mono de trabajo y nos brindaron un duelo de escuderos a la altura de pocos, en el que ambos debieron quedar empatados, curiosamente como lo hicieron sus equipos, aunque después unos cuantos lanzamientos desde el punto desequilibraran la balanza.

jueves, 12 de mayo de 2016

Un premio inexistente

Gameiro celebra uno de sus goles en el Pizjuán esta temporada.

Kévin Gameiro no disputará la EURO 2016 de su país. Sí, en serio. Didier Deschamps no ha considerado oportuno convocarlo pese a la espectacular temporada del delantero (28 goles). Es la noticia ante la que los aficionados sevillistas y al fútbol en general muestran su evidente y comprensible desaprobación. Sin embargo, era algo que podría llegar a intuirse, dado que no había sido convocado en todo el curso. Parece que el seleccionador galo tiene su bloque de confianza y entre esos futbolistas no se encuentra Gameiro. Los delanteros que se lleva Deschamps al torneo son Giroud, Griezmann, Martial, Coman y Gignac. A priori, nombres de muchos quilates y con argumentos suficientes como para justificar su convocatoria pero, aun así, sigue siendo injusto que el punta del Sevilla se quede sin un premio que se ha ganado a base de rendimiento en la élite.

Su temporada en Nervión creo que es una carta de presentación clara y rotunda como para estar por delante de alguno de los nombres anteriormente citados. Sobre todo, y esto es una opinión muy personal, de Gignac. Es cierto que el ariete de Tigres ha metido muchos goles en la liga mexicana, pero hablamos de eso, de la liga mexicana. Gameiro ha hecho los mismos goles en un encuadre diferente y con más nivel, además de soportar un rol de mucha responsabilidad en su equipo. Sabiendo de su importancia, Kevin se ha crecido para llevar al Sevilla a dos finales, gracias a goles muy importantes que llegaron de sus botas. Además, y por si fuera poco, Gameiro es diferente a todos los puntas que se lleva Deschamps a la Eurocopa. Su perfil haría que el seleccionador galo tuviera una alternativa distinta, un 9 rápido e intenso, algo que puede suponer un plus en un torneo de este tipo.

La lista está hecha y sólo una lesión de alguno de los afortunados que están en ella haría que Gameiro pudiera tener opciones de vestir la camiseta 'bleu' este verano. Es incomprensible, al menos bajo mi punto de vista, que el delantero del Sevilla, de este Sevilla, vaya a perderse una cita de esta envergadura. Como dice una frase hecha, el que la lleva la entiende, y Deschamps sabrá lo que hace... o no. Pero lo que está claro es que los méritos de Gameiro, que son muchos, han caído en saco roto para él.

martes, 10 de mayo de 2016

Una chistera menos

Valerón despidiéndose de la afición de Las Palmas.

A esto del fútbol, desde el principio de los tiempos, se juega con una pelota. Habitualmente, para llegar a la élite hay que saber dominarla, poseerla, acariciarla e incluso bailar con ella pegada a tu bota. Pero lo cierto es que pocos son los que consiguen todo ello. Este fin de semana nos hemos quedado sin uno de los 'elegidos'. Un genio con y sin el balón en los pies que ha enamorado con su fútbol y su personalidad a todos los aficionados al fútbol de este país y... ¡qué digo! de todo el mundo. Estoy seguro que más allá de España también se le tiene cariño y estima a este tío. Un fenómeno. Un señor que volvió a su casa dieciséis años después para despedirse como lo que es y como lo que ha representado toda su carrera, un verdadero ídolo. Se retira Juan Carlos Valerón. 

Las Palmas, Mallorca, Atlético de Madrid, Deportivo de la Coruña y Las Palmas. 21 años de fútbol. Una trayectoria que alguien podría calificar como no demasiado exitosa, con pocos títulos importantes (una Copa del Rey y dos Supercopas), pero Valerón es mucho más que eso. No nos hace falta que haya dejado trofeos o premios en su vitrina para retenerlo en nuestra memoria. Sus actuaciones sobre el verde ya nos sobran para ello. 'El Flaco' significa fútbol, y verlo jugar durante tantos años ha merecido la pena para todos. Andrés Iniesta llegó a decir que pagaría una entrada para verlo jugar. ¿Y quién no? La pena ha sido que no hemos podido disfrutarlo en la mejor selección de la historia del balompié español. Los años nos han privado de verlo junto a Iniesta, Silva, Xavi y alguno más en un equipo en el que el de Arguineguín merecía haber estado. Dos Eurocopas y un Mundial es su bagaje con el combinado nacional, pero en los tiempos donde no se pasaba de cuartos de final. Una injusticia futbolística.

Pero Valerón es mucho más que todo eso. Valerón es un control exquisito, un regate elegante y un pase preciso. Valerón es aprobación, es bondad dentro y fuera del terreno de juego y es superación. Ni siquiera cuando las garras de las lesiones intentaron hacerle heridas cayó ni cambió un ápice su personalidad ni su fútbol. Porque Valerón es así. Por eso cuando un compañero de profesión le partió el peroné en el mejor momento de su carrera calificó la acción como "cosas del fútbol". Aunque recayera dos veces más adelante. Se levantó para volver a tratar al balón como se merece. Porque Valerón permaneció en el Depor cuando este bajó a Segunda división, y con su fútbol lo devolvió a Primera. Porque no le importó que el equipo de sus amores y de sus inicios estuviera en Segunda para regresar allí y retirarse en paz y tranquilidad. Pero el fútbol no podía permitir que tan extraordinario futbolista acabara su trayectoria en la división de plata, y claro, Las Palmas ascendió a Primera. Su última temporada sería en la élite, como él merecía. Despidiéndose como los grandes, saliendo aplaudido de todos los campos. A sus 40 años, el mago dice adiós, y nosotros nos quedamos con una chistera menos.

martes, 3 de mayo de 2016

Otro David que repite gesta

Los héroes de la gesta celebra un gol durante la temporada.
Lo que todo el mundo veía, pero nadie creía, acabó siendo una realidad tan patente como que estoy escribiendo este texto. El increíble Leicester City salió campeón de la Premier faltando dos jornadas para finalizar el campeonato. Y lo consiguió tras un partido en el que él no era protagonista directo. Cumplió en Old Trafford con un empate merecido y esperó el fallo del Tottenham para celebrar lo que, con total seguridad, será el hito más importante de sus vidas. De todos. De sus jugadores, de su entrenador y de todos los que han sido partícipes de este logro. Una realidad que extraña y sorprende a todos. A ellos, los primeros. Que sufrieron y sudaron sangre para salvar al equipo la temporada pasada y que, tras el escándalo de la orgía de este verano en Tailandia donde cayó el entrenador que consiguió el milagro (empezada ya la pretemporada), jamás podrían haber pensado más allá de conseguir como fuera la ansiada permanencia de nuevo, objetivo básico para la estabilidad del club en la máxima categoría del balompié inglés.

Pero el fútbol es así. A veces nadie lo entiende. Otras, sin embargo, parece muy sencillo. Ni el más optimista de los fans del Leicester pudo pensar en este final. Ni siquiera los que pusieron dinero por la conquista del título en las casas de apuestas. Ni siquiera ellos. En el fútbol no gana siempre el poderoso. La historia está llena de rebeldes que asaltan campeonatos desde el trabajo y la sorpresa. En muchas guerras, la estrategia más preciada es la sorpresa. Atacar por donde nadie se espera, o que ataque el que jamás pensarían que puede atacar. Este es el Leicester 2015/2016. La revelación. O la sorpresa. Las historias están para escribirlas, y este equipo ha escrito la suya cuando nadie daba un duro por ellos ni siendo líderes a falta de pocas jornadas. Con un estilo de juego defensivo y una velocidad trepidante en el ataque han conseguido mantenerse arriba. Durante toda la temporada el pensamiento de la gran mayoría de los aficionados a este deporte era que en algún momento el equipo de Ranieri se caería, le flaquearían las piernas o simplemente le podría la presión. Pero no. Al final, salió campeón.

Y salió campeón con un mensaje de optimismo para el fútbol, que falta hacía. En estos tiempos que corren donde el dinero lo maneja todo y donde las ilusiones se compran, se antoja casi necesaria una proeza de tal dimensión. Es cierto que el Leicester tiene dinero, y que es imposible compararlo a un club de cualquier otra liga europea, pero eso no le resta ningún tipo de mérito. Ha ganado un campeonato donde viven varios de los clubes más ricos del mundo, capaces de gastar una cantidad desorbitada de euros. Y por eso es una heroicidad. Una gesta en la que muchos nos hemos involucrado por su emocionante proceso, sin haber visto cuatro partidos del Leicester de manera continuada anteriormente. Pero que nos ha llevado a mirar cada fin de semana cuándo y a qué hora jugaban los 'foxes'. Aunque su fútbol no nos gustara. Daba igual. Porque las hazañas nos apasionan desde que somos pequeños. Y David ha vuelto a vencer a Goliat.

lunes, 11 de abril de 2016

El arte del gol

Bakambu celebra un gol en el Madrigal.
Existen clubes que, habitualmente, firman buenos jugadores, y uno de estos es el Villarreal. Además, y en especial, el conjunto que preside Fernando Roig tiene mucho tino fichando delanteros, algo nada sencillo hoy en día. El gol cuesta mucho dinero y es muy difícil encontrarlo a buen precio y sin que alguno de los 'gigantes' te lo arrebate. Es ahí donde sale a relucir la destreza de una buena dirección deportiva. Desde que el equipo castellonense apareció en la élite del fútbol español, hace poco más de una década, sus aficionados han disfrutado año tras año de arietes de mucha calidad y de un nivel elevadísimo que han cosechado cifras espectaculares. El último, e inspirador de este texto, el congoleño Bakambu, que está debutando en la Liga con números de auténtica estrella.

Forlán, con la bota de oro.
El primero de los delanteros que explotó en Vila-Real fue Diego Forlán. Firmado en 2004, y jugando con el dorsal 5, el uruguayo hizo 58 goles en tres temporadas. Unas cifras bestiales, siendo su debut en España su mejor temporada con 25 tantos. Acabó fichando por el Atlético. Tras Forlán, llegaron Guille Franco (20 goles en tres temporadas, siendo suplente) y Giuseppe Rossi. Fue el italiano el que hizo olvidar al de Montevideo con 82 goles en cinco temporadas, aunque en la última apenas jugó por las lesiones. Entre la llegada de Rossi y su salida en 2013 apareció otro delantero, esta vez brasileño. Nilmar consiguió anotar 34 goles en tres temporadas en el Madrigal desde 2009 a 2012, cuando se marchó a Catar por una suma importante de dinero. Con el equipo en Segunda división, tras un descenso incomprensible, el nigeriano Uche (36 goles en tres campañas) y Perbet (22 en una temporada y media) fueron los encargados de la delantera. Jugadores con menos nombre, pero muy eficientes. Y la última hornada. Destacar puntas como Gio dos Santos (21 en dos campañas), Vietto (20 goles en una temporada), Soldado y nuestro hombre, Cédric Bakambu.

Nacido en el norte de Francia, y nacionalizado congoleño, el ariete del Villarreal está realizando una temporada brillante. Con algunos partidos de Liga por jugarse y en cuartos de final de la Europa League, Bakambu lleva 20 goles entre las tres competiciones que ha disputado el equipo de Marcelino (Liga, Copa y Europa League). Formando una dupla magnífica con Soldado, han conseguido meter al Villarreal prácticamente en Champions y estar, de momento, entre los ocho mejores equipos de la Europa League. Bakambu es un depredador del área, un rematador nato, que también tiene la capacidad de asociarse y aparecer al espacio. En definitiva, un delantero muy completo. Podemos afirmar que el Villarreal lo ha vuelto a hacer. Otro atacante para la nómina que, seguramente, acabará haciendo las maletas tras triunfar en la Liga en su primer año. Aun así, ¿quién se atreve a dudar sobre la dirección deportiva amarilla?

martes, 29 de marzo de 2016

El ostracismo de Juan Iturbe

Aún recuerdo como si fuera ayer la madrugada en la que vi, por primera vez, a Juan Manuel Iturbe. Era el primer Sudamericano Sub 20 en el que ponía un interés serio, se disputaba en Perú y solo me hizo falta ver un ratito del partido que enfrentaba a Argentina y Uruguay para saber que ese menudo extremo tenía algo especial. Al final del partido anotó el gol de la victoria albiceleste, pero eso no fue lo que más me impresionó del entonces internacional argentino juvenil. Su velocidad, conducción y desborde eran implacables. Y su implicación en el juego ofensivo de Argentina, vital. Sorteando rivales como si fueran conos de un circuito de entrenamiento, participaba en todas las acciones adelantadas de su equipo. En definitiva, su torneo (3 goles) fue escandaloso, y eso que su selección no llegó a la final. Aquel chico tenía un estilo parecido al primer Messi.

Desde ese día decidí no perderle la pista al bonaerense y seguir sus pasos en el mundo del fútbol que, a buen seguro, iban a ser importantes. Y, pese a que lo han sido, lo cierto es que no ha terminado de cuajar en un equipo de cierto nivel. Tras el Sudamericano, fue el Porto (cómo no) el que le echó el lazo y lo llevó a Portugal, aunque en el conjunto luso sólo disputó siete partidos entre Liga y Copa en su primera temporada. Unos datos que no mejorarían en el resto de su estancia en Do Dragao. Dos cesiones a River Plate y Hellas Verona le permitieron volver a exhibir su mejor nivel, sobre todo en la segunda. En la Serie A se destapó con 8 goles y 5 asistencias, algo que le llevó a fichar por la Roma la siguiente temporada, dando un salto de calidad a un equipo de más entidad. En una temporada y media en el equipo romano sus cifras se quedaron en 5 goles y 5 asistencias y su participación, de más a menos. Así, entre el mal camino de su equipo y las constantes rotaciones de Rudi García, acabó marchándose cedido al Bournemouth el pasado enero.

El motivo de este texto, y tan extraño para el que escribe, son los datos numéricos en el club inglés. En tres meses sólo ha disputado 55 minutos en Premier y 133 en FA Cup. Unas cifras bastante pobres para un jugador de su talento en un equipo que está clasificado en la parte media-baja de la Premier. No llego a comprender el por qué de esa casi inexistente participación. Desconozco si es tema de entrenador y a Heddie Howe no le gusta o existen otros motivos internos. El caso es que el ahora internacional paraguayo -jugó en Cerro Porteño desde los 16 a los 18 años- tendrá que convencer a Spalletti para ganarse un sitio en Roma de cara a la 16/17. Aunque lo cierto es que en Dean Court no lo está teniendo nada fácil. La historia de otro jugador sobrado de argumentos con escasez de oportunidades y regularidad. Por el bien del fútbol, que la encuentre pronto. Queremos volver a verle en acción.


martes, 22 de marzo de 2016

El líder que no cae

Los jugadores del Leicester celebran un gol en un partido de la presente temporada.

Cuando un equipo es líder de su competición en la jornada 31, con cinco puntos sobre el segundo clasificado, es imposible que se trate de suerte o casualidad. La historia del fútbol está repleta de campeones imprevistos. Campeones sorprendentes que, sin hacer casi ruido, se plantan en una final de un torneo o en una situación privilegiada en el tramo final de una competición con todo merecimiento y mucho trabajo detrás. Y en la 15/16 ese equipo es el Leicester City. Pese a que pueda que no se proclame campeón de la Premier, porque todavía quedan siete partidos, y en las últimas jornadas tiemblan las piernas, la temporada del conjunto que dirige Claudio Ranieri es digna de todos los elogios que existan para aquel que hace las cosas de maravilla.


Los foxes, que estuvieron a punto de descender en la 14/15, han formado un bloque compacto muy difícil de derribar y con unas armas de excelente calibre y con un punto de mira muy fiable. Sin grandes nombres a comienzos de temporada, en la actualidad nadie puede despreciar o infravalorar nombres propios como los de Vardy, Mahrez, Kanté o Drinkwater. Jugadores semidesconocidos para el gran público futbolístico que han crecido al ritmo del equipo y se han convertido en la sensación del fútbol europeo. Pero no sólo ellos. También Schmeichel -hijo del mítico portero danés-, Fuchs, Simpson, Huth, Morgan, King, Inler, Albrighton, Gray, Okazaki, Schlupp o Ulloa. Todos ellos partícipes de esta gesta. Ya que podemos llamar gesta a ser el candidato número uno a ganar la Premier faltando siete jornadas.


Sin delanteros estrella en su plantilla y con un centro del campo más luchador que creador, es el segundo equipo más goleador del campeonato (54 goles), sólo por detrás del Tottenham (56), segundo clasificado y a la vez competidor directo de este Leicester. Tanto Vardy (19 goles) como Mahrez (16) llevan la manija en el ataque de los 'zorros', acompañados muy bien tanto por Ulloa (5) como por Okazaki (3). Con todo esto, ahora queda la parte más complicada, rematar la faena. Sólo siete jornadas. Pero siete jornadas muy intensas donde tendrán que enfrentarse a Chelsea, Everton o Manchester United. Siete jornadas para cumplir un sueño que pocos podían pensar. Muchos creían que este equipo se desinflaría con el paso de las jornadas. Se acabaría cayendo. Pero no cae. Porque este Leicester hace tiempo que dejó de ser revelación para convertirse en una realidad.


lunes, 14 de marzo de 2016

Un campeón prematuro


Resulta difícil escribir sobre un equipo que ha sido campeón de su competición doméstica un 13 de marzo, porque no sabes si ensalzar su mérito o resaltar el demérito de sus rivales. Pero sea como fuere, el París Saint-Germain se proclamó ayer triunfador de la Ligue 1 gala con una goleada en el estadio del colista, el Troyes, por 0-9. Sí, por 0-9. Si ganaba, era campeón y se lo tomaron muy en serio. Yo, como apasionado del fútbol, le daré el mérito que merece un equipo que, además de ser campeón dos meses antes del final de la competición, está en la final de la Copa de la Liga, en la semifinal de la Copa de Francia y en cuartos de final de la Champions. Pese a tener mucho dinero y muchos de los mejores jugadores del planeta, eso tiene mérito.

Laurent Blanc ha formado un EQUIPO potente y bien edificado, en el cual las lesiones o ausencias de jugadores importantes en determinados encuentros casi no se han notado. El joven Rabiot ha consagrado su progresión sustituyendo en momentos puntuales a Verratti con una determinación enorme y con un fútbol de muchos quilates en el centro del campo. Pastore, cuando las lesiones se lo han permitido, ha dejado muestras de su enorme calidad; Lucas Moura, de su inapelable velocidad; Di María le ha dado un plus de calidad ofensiva al plantel. No obstante, al final todos engrandecen la figura del gigante sueco que con 34 años ha metido la cifra de 27 goles en Ligue 1 y 35 en todas las competiciones. Zlatan Ibrahimovic ha salido campeón en la que, seguramente, será su última temporada en París. Sus palabras lo delatan: "Si sustituyen la Torre Eiffel por una estatua mía, prometo quedarme".

Sea mérito del campeón o demérito de sus competidores, lo que está claro es que esta bajada de nivel en el fútbol francés (sólo queda un equipo en competiciones europeas, precisamente el PSG) es preocupante. Equipos en plena reconstrucción, como el OM y el Lyon, y otros como el Monaco que no terminan de crear equipos competitivos que se mantengan en el tiempo. ¿Habrá rival para el título en la 16/17?


lunes, 7 de marzo de 2016

Fútbol tradicional en tiempos modernos

No hizo falta que pensara mucho ni le diera tres mil vueltas a la cabeza para saber como debía empezar este nuevo rincón, todavía básico y sobre plano, donde podré hablar de fútbol en general. Sólo de fútbol. Y tenía que arrancar con el fútbol más puro que se juega en estos tiempos modernos de tácticas, de scouting, de estudio, etc. La MLS (Major League Soccer). El país donde el fútbol no es el deporte rey, pero donde juegan muchos de los que siempre serán mitos de la pelota en Europa. Aquellos que no pueden contar los premios que tienen con los dedos de la mano y la competición en la que se enfrentan a talentos emergentes americanos y africanos. Una competición que volvió a disputarse anoche con una jornada de lo más atractiva.

2015 fue para mí el año del descubrimiento de esta liga tan sorprendente para el que está acostumbrado a los partidos de la Liga (española), de la Premier, o de cualquier torneo más común para el aficionado al fútbol. Fue su purismo lo que me enamoró. Los encuentros de la MLS recuerdan al fútbol más puro, al más irracional, al que se creó para ir a ganar al rival de la manera más directa. Lejos de tácticas defensivas, de manejos de la situaciones o de especular, los equipos americanos se lanzan a por el contrario sin miramiento alguno, mostrando al espectador un espectáculo en toda regla. Sin miedos. Esto fue lo que realmente me llamó la atención y consiguió que permaneciera delante de la televisión sin pestañear ante un New York City - Toronto FC que terminó 4-4, con dos goles de Villa y tres de Giovinco (ambos fallaron una pena máxima).

Aquel 12 de julio quedé prendado de un fútbol maravilloso e intenso que guarda la esencia más tradicional de este deporte, aquella en la que la valentía de intentar ganar los partidos era la virtud de los enfrentados. Anoche volvió. Y, como no podía ser de otro modo, lo hizo con un Chicago Fire 3-4 New York City, aunque esta vez no marcó Villa. También se disputó en la primera jornada el choque de la final de la temporada pasada entre Portland Timbers y Columbus Crew, que en ambas ocasiones se llevó el equipo de la madera. Otro día hablaré de uno de sus mejores jugadores, Darlington Nagbe. Sigamos disfrutando de este fútbol virgen hasta que algunos intenten transformarlo en lo que es hoy en día el europeo, el de élite.